Lo Académico Vs. lo Sindical

Indicaba Platón que “El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano”, creía él que en la educación radicaba el secreto para un Estado ideal y perfecto promoviendo incluso el gobierno de los más sabios quienes por su condición de académicos buscarían el bienestar común, esta visión propia de los griegos cae en saco roto en la realidad nacional toda vez que lo sabio o académico fue relegado desde inicios de la gestión gubernamental del Presidente Morales en beneficio de lo autóctono y sindical.
La pasada semana el Presidente del Colegio de Abogados de Cochabamba, Dr. Aristóteles Gonzáles, reclamó – y con toda razón – por el nombramiento de Celima Torrico como Ministra de Justicia, toda vez que (incluso olvidando el nefasto rol que la indicada Sra. cumplió en los conflictos vividos en Cochabamba el 11 de enero pasado) ella no tiene formación académica para ejercer esa cartera de Estado. Ya antes otra persona sin formación académica había tenido similar aventura y como se dice en el fútbol “ganó experiencia” pero nada más.
El aporte de la ciencia y el conocimiento como rol fundamental en la historia de la humanidad es indiscutible, sus aportes nos permiten tener hoy en día una computadora, un televisor, una cocina, un refrigerador, un bolígrafo y todo lo que Usted ve alrededor. Si bien en las más de las naciones se promueve la cultura del I+D (Investigación y Desarrollo) en Bolivia hemos optado por minimizar lo profesional, lo académico y lo científico y exaltar nombramientos populistas que permitan garantizar el apoyo de ciertos “sectores sociales” al gobierno de turno.
Las muestras y ejemplos son abundantes, quizás el más perjudicado fue el servicio diplomático boliviano porque el Ejecutivo se empecina en el nombramiento de embajadores sin formación en relaciones internacionales, con poco conocimiento en materia internacional y sin formación diplomática.
Quedó demostrado en el mundo entero que los mejores gobiernos fueron aquellos que dejaron de lado la prebenda política y priorizaron el conocimiento y la técnica, aspectos que les permitieron satisfacer las más apremiantes necesidades de sus pueblos y que dejaron de lado las ideologías permitiendo ubicarse hoy en día entre las naciones con mayores índices de desarrollo humano.
El Poder Ejecutivo nacional tiene una alta carga ideológica en torno al planteamiento del Movimiento al Socialismo, le falta – sin embargo – la formación académica y profesional necesaria para encarar desde perspectivas reales y científicas los retos que vive nuestro país hoy en día.
El conocimiento no es una exclusividad de la clase media o de la clase alta, un claro ejemplo lo constituye el ex Vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, a la par la educación en Bolivia es accesible en los más de los casos a varios sectores de la población, tomando por supuesto datos de entidades de educación públicas y privadas.
Podemos afirmar que el conocimiento es en los hechos el único camino revolucionario viable ya que realmente puede provocar cambios sociales en función a criterios técnicos y certezas previamente estudiadas.
Finalmente tal cual Confucio lo dijo: “Donde hay educación no hay distinción de clases”.

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