El Estado, Usted y Yo


Toda sociedad sostiene y acuerda ciertas reglas de conducta que hacen tolerable la vida en común, el mayor o menor grado de respeto que exista hacia éstas hace que una u otra nación pueda preciarse de mayor o menor desarrollo. Surge así el Estado, entendida como la sociedad jurídica y políticamente organizada y fruto del acuerdo de voluntades que por su propia naturaleza son heterogéneas.
Bolivia no puede abstraerse a este concepto por lo que el factor que realmente define nuestro progreso es el denominado recurso humano, es decir Usted y yo.


Cada uno de nosotros constituye una parte, más pequeña o más grande, de una enorme maquinaria que hace a la sociedad boliviana, si un engranaje de ésta falla afectará al resto en su conjunto.
El pasado 6 de agosto el Presidente de la República, Evo Morales Aima, indicó que en poco tiempo más Bolivia será considerada una Suiza en los Andes, que si bien es una meta loable requiere pasos o tareas para concretarse en una realidad. ¿Será posible este nivel de desarrollo con las luchas que presenciamos en la ciudad de Sucre?, ¿con los atropellos a la institucionalidad del poder judicial?, ¿con los radicalismos de ambos bandos dentro la Asamblea Constituyente?, ¿con las distintas imposturas que todos nosotros tenemos día a día?.
Tenga seguro mi estimado amigo que lejos estamos de ser considerados una nación desarrollada como Suiza, y la culpa no necesariamente será del Gobierno o de la oposición, la culpa seguirá siendo nuestra, pues como ciudadanos somos irresponsables.
Lamentablemente la indisciplina y el poco esfuerzo son pan de cada día en nuestra nación, los paros y bloqueos han sembrado la pobreza más que cualquier corriente económica, la carencia de cariño por el país es cada vez más evidente y la única solución posible se vislumbra en la educación de una población que debe de mejorar para tener una correcta democracia. Conforme lo decía Theodore Roosevelt “una gran democracia debe progresar, o pronto dejará de ser grande o democracia”, dando a entender esta frase la importancia del desarrollo de los pueblos.
En suma mis estimados lectores el desarrollo y el progreso está en nuestras manos y no en esperar que el Gobierno o alguien haga algo, ¡si deseamos ser una nación de progreso debemos dejar de lado las taras que nos atan a la indisciplina, la impuntualidad y la informalidad y dedicarnos a trabajar en bien del país que es lo que hace falta!.
Hoy, nuevamente en nuestra historia aparece Bolivia al borde de un precipicio, sin embargo de lo cual aún puede existir fe en un futuro promisorio, adoptando en el ejercicio de la ciudadanía la fórmula mágica que todos llevamos en los bolsillos, dicha fórmula se encuentra contenida en nuestra moneda nacional y dice: “la unión es la fuerza”, aplicarla es responsabilidad y obligación de todos.

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