Bolivia: vivir al borde del abismo


Siempre vivimos al borde del abismo, nuestros padres y abuelos vieron a Bolivia caminar hacia el abismo una y otra vez, con mayor o menor grado de violencia y desolación, esta es la historia de nuestra vida. Quizás esto podría explicar los motivos por los cuales no son sorprendentes noticias como la que contenía el pasado domingo el matutino Los Tiempos cuando hacía referencia en su titular a: “La brecha entre Bolivia y otros países se ensancha” indicando además que en 50 años (1950 – 2000) nuestro país tuvo un crecimiento promedio del Producto Interno Bruto negativo (-0.02%).
Esta imagen es bien conocida a nivel externo, es por ello que personas como el Ex Ministro de Economía y Energía chileno, Jorge Rodríguez, criticaron abiertamente la potencial integración energética entre su nación y los países andinos (entre ellos Perú y Bolivia) precisamente por los altos índices de inestabilidad que presentamos; por ello mismo las empresas internacionales tampoco querían (en 2003) que el gas boliviano sea exportado por un puerto peruano pero sí veían con buenos ojos a los chilenos quienes sí tienen estabilidad política y económica.
En lo interno el referido artículo también hace referencia a los factores que considera afectan a nuestro país para no poder desarrollarnos ni avanzar, entre los que menciona por ejemplo: El bajo nivel educativo, este punto difícilmente podría ser negado toda vez que somos un país de nivel de aprobación de 51 sobre 100, vale indicar que con la mitad más uno ya se es suficiente para aprobar asignaturas, lo cual por lógica consecuencia nos brinda tener políticos, líderes y todo tipo de servidores que son apenas suficientes, ni que decir de las “noches de gallos” y otras maravillas.
Otro aspecto digno de analizar son los “irresponsables desajustes macroeconómicos” que en Bolivia son cosa común. La Macroeconomía es entendida como el estudio global de la economía en términos totales de producción de bienes y servicios, igualmente la totalidad de ingresos, nivel de empleo, recursos productivos y el comportamiento general de los precios. ¿No son precisamente estos factores los más inestables en nuestro país?, aquellos que afectan en todas las áreas de la vida cotidiana y que provocan migración y pobreza diariamente. En el plano internacional esta inestabilidad es la que provoca que las empresas – tal cual se dijo líneas arriba - no deseen invertir en suelo Boliviano.
Sigue la “baja calidad de las instituciones” dentro lo cual los más de los ciudadanos somos victimas de la corrupción, la ineficacia y hasta el mal trato. Incluso los emprendimientos se sujetan a las trabas institucionales tales como la burocracia y los excesivos costos de – por ejemplo – la apertura de una empresa, a la par la inseguridad que nos brindan las entidades del orden y seguridad o aquellas en las que se impone lo político por encima de lo profesional.
Como mencioné al principio siempre vivimos al borde, esta situación no es cosa del Gobierno de turno o de la era democrática únicamente, si revisamos la historia nacional nos encontraremos con capítulos enteros de sufrimiento y dolor nacional, con el mismo horizonte y con la misma carga a cuestas que impide el desarrollo productivo.
Este mismo escenario se presenta hoy en la Constituyente y es que las y los bolivianos no tenemos la misma visión de progreso, para los unos la visión andina de desarrollo es la apropiada y para los otros las políticas liberales lo son ¿cuál la solución?. Cuando dos personas tienen opiniones encontradas discuten, argumentan, si no pueden vivir en paz juntos y ante la falta de acuerdo se acude a la violencia verbal y física que pueda finalmente imponer alguno de los dos criterios ¿llegaremos a esto?.
Concuerdo plenamente con el Vicepresidente de la Asamblea, Roberto Aguilar, cuando refiere que el foro pasa ya no por un momento crítico sino por uno fatal. Bolivia nunca estuvo lista para una Asamblea Constituyente precisamente por estas distintas visiones, hasta ahora su labor solo ha logrado dividir a los Bolivianos.
Varios titulares de medios de comunicación ya se cuestionan sobre la viabilidad de Bolivia como nación ¿llegaremos a separarnos?, ¿se acaba Bolivia?, ¿será esta la única solución?, si fuese así: ¿cómo será?, ¿cuántos muertos costará?.
Lamentablemente seguimos viviendo siempre al borde... ¿permitiremos que nuestros hijos sigan viviendo así?.

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