América Latina y la Directiva de Retorno


La Comunidad Europea aprobó a través de su Parlamento la conocida como Directiva de Retorno, este instrumento legal que permitirá – entre otras cosas –detener a una persona por el plazo máximo de 12 meses (en casos excepcionales 18), así como la repatriación de menores que no estén en compañía de sus padres, y que en suma afectará a los aproximadamente ocho millones (casi como toda nuestra población) de indocumentados que viven actualmente en los 27 estados miembros de la Unión Europea entrará en vigencia a partir del 2010.
Hasta ahora el rechazo a esta medida se hizo escuchar en toda el área de América Latina, incluidos entre ellos connotados personajes nacionales como Evo Morales o Jorge Quiroga, y a nivel internacional – como no podía faltar – Hugo Chávez y otras autoridades.
En la lucha por la aprobación de esta Directiva los eurodiputados de corte socialista trataron - sin éxito – de incluir reformas que favorezcan la situación de los ya complicados migrantes ilegales. La postura europea de luchar de manera conjunta contra el flujo ilegal de emigrantes no es cosa nueva, data ya desde 1999 cuando se tomó esta decisión, el acuerdo sobre la Directiva de Retorno tomó tres años en ser consensuada. Corresponde ahora que el Consejo de Ministros apruebe la Directiva, sea publicada en la Gaceta Oficial y que cada país incorpore la norma en su propia legislación, situación que deberá realizarse dentro los dos años siguientes.
En la situación específica de los inmigrantes Latinoamericanos se estima que al menos un millón se verían afectados por la Directiva de Retorno, sin embargo de que los más afectados serán aquellos de nacionalidad senegalesa, bengalí e iraquí entre otros, considerando que según datos de autoridades europeas los Latinoamericanos – en muchos casos – al menos inician trámites de regularización de su permanencia, cosa que no se presenta en los nacionales arriba mencionados.
Dentro el campo de las estimaciones se considera que en España, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y Suiza residen la gran mayoría de indocumentados. En el caso español se considera que existen al menos 450 mil latinoamericanos de un total aproximado de un millón y medio, de este total los grupos humanos de nacionales según su número van desde la mayoría rumana, seguida por los de origen marroquí, .y posteriormente por ecuatorianos, bolivianos, peruanos, colombianos y finalmente brasileños.
Pero ¿cuál es el origen de este problema?, ¿la Directiva de Retorno o las continuas crisis en las que vivimos que hacen que no seamos un “país de oportunidades”?, ¿qué tienen España, Alemania, Gran Bretaña o Italia de especial?, pues duele aceptar las respuestas, entre las diferencias no está sólo su buen fútbol, van cosas como la estabilidad (con la que en el caso particular nuestro estamos peleados desde siempre), la promoción del aparato productivo nacional con regulaciones sociales estables y firmes pero con garantías para el empresariado privado, el respeto al libre tránsito y los derechos de los demás (cosa que no pasa por un Gobierno y que es más actitud de cada uno), el trabajo dedicado y bien hecho desde el inicio, en suma la calidad de su gente y la calidad de su gobierno, cosa que significa a ojos de los nuestros escapar para alcanzar el sueño de vivir mejor.
Pensemos de mejor manera en cómo acercarnos a ser un país de oportunidades, en cómo otorgar garantías para un buen trabajo tanto al empleado como al empleador, en poder vivir en un lugar con respeto a los derechos de los demás. Criticar la Directiva de Retorno suena un buen cliché político pero no solo veamos la paja en el ojo ajeno sino veamos el tronco de responsabilidades incumplidas que tenemos en el nuestro.

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