En defensa de la iglesia


La última semana tuvimos al Prefecto del Departamento atacando a una de las entidades más reconocidas de nuestra nación, la Iglesia Católica. En declaraciones directas el Prefecto Puente se manifestó contrario a las declaraciones del Cardenal ante el Papa Benedicto XVI e incluso llegó a llamarlo “oligarca” junto a la máxima autoridad eclesial de Sucre.
Lamentablemente todo informe contrario a los intereses del gobierno es tachado de mentiroso y manejado por la oligarquía, ¿qué acaso no es cierta la violenta forma de manejar el país en los últimos años? o acaso ¿la presión de grupos sociales que a fuerza de palo implantan sus ideas cercando congresos? ¿La persecución política? ¿Estaba mintiendo el Cardenal cuando a ojos de todos esa es la realidad en la que vivimos hoy en día?
Triste resulta ver que ahora las víctimas de las autoridades apuntan incluso al Clero, ya no solamente a los medios de comunicación o a la Media Luna.
Sobrada moral tiene la Iglesia en nuestro país como para ser maltratada, si bien el Prefecto a.i. trató de aclarar que “la iglesia en su conjunto es variopinta y combinada y hay todo ahí” no puede sino mínimamente molestar tal declaración que apunta directamente a la máxima autoridad eclesiástica nacional, Monseñor Terrazas. ¿Cuál el pecado de Monseñor?, ¿haber votado en el referéndum autonómico?, ¿ser de origen cruceño?
Recordemos que Julio Terrazas trabajó como Obispo Auxiliar de La Paz (1978 – 1982) y fue Obispo de Oruro (1982 – 1991), coronando su labor de servicio el año 2001 al ser designado como Cardenal por el Papa Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de febrero.
Olvidan las autoridades políticas que la iglesia en nuestro país desarrolla múltiples obras, más de las que ellos en estos años de gestión hubiesen podido desarrollar, y esta es una labor silenciosa que no busca votos ni acumulación de poder. Entre sus obras – sólo para mencionar algunas - tenemos labores desinteresadas, disciplinadas y solidarias en ámbitos tan importantes como la salud, la protección social, la comunicación social, las casas de encuentro, las obras de educación y una infinidad de obras que han fortalecido la visión católica en nuestro medio.
Mal hacen ahora los neo socialistas en atacar a quien durante mucho tiempo prestó cooperación y ayuda a Bolivia, mal Sr. Prefecto a.i. en pretender lastimar a nuestro Cardenal y a lo que él representa sin esperar que la sociedad en su conjunto reproche su actitud.
Es preciso recordar que a nivel mundial el número de católicos alcanza a 1.131 millones, un equivalente a casi 126 Bolivias y que en América del Sur el 93% de la población es católica (39.537.943 católicos estimados al 2005) nuestro país se sostiene como un fuerza viva que ya en defensa de la educación de convenio usó las mismas herramientas masistas al realizar marchas masivas que llenaron las calles del país, no en el camino violento, sino en un reclamo pacífico – desde ya – característico de las y los católicos.
Ni el Socialismo del Siglo XXI ni la postura Prefectural podrán cambiar la postura profunda del pueblo católico boliviano, así como tampoco Hugo Chávez o Rafael Correra podrán romper las obras que por si mismas han desarrollado las Iglesias Católicas a lo largo de nuestro continente y han marcado a nuestra región como mayoritariamente católica.
Bien decía el Cardenal Julio Terrazas: “No es posible vivir en una sociedad en la que unos persiguen a otros, paralizan a todos y ofenden la dignidad de los niños, ancianos y enfermos” (homilía 7/10/2001).

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