MAS viveza criolla


Una de las “noticias” de esta semana giraba en torno a la joven Nely Pino, ciudadana de 25 años de edad, estudiante (a decir de ella), jefa de gabinete de la Prefectura, cuyo vocero oficial resulta ser el mismísimo Prefecto y que tiene una serie de prerrogativas que van desde haber viajado por el mundo con el Canciller de la República hasta tener privilegios que son dignos de la investidura presidencial. En suma se comenta que incluso su presencia parece haber provocado la renuncia del Prefecto Rafael Puente.
Con un salario de aproximadamente Bs. 10.000 llama la atención que se cumplen los presagios de los académicos que ya hace rato venimos preguntándonos si vale la pena o no estudiar y formarse para poder acceder a mejores cargos. La cosa ya se veía venir cuando en el mismo Gabinete del Ejecutivo la situación a nivel académico no marcha muy bien.
Entre el bibliófilo del vicepresidente y el bibliofobo del Canciller tal parece que la balanza se inclina por este último, si bien esta no es una novedad, ya que en otros gobiernos también primo más la “muñeca” o el “aval” antes que el grado académico o la capacidad profesional, no se puede negar que es en éste donde más podemos evidenciar extremos de rechazo al conocimiento, y esto no pasa por dar un bono a las y los estudiantes o pretender luchar contra las escuelas de convenio, la cosa va más allá de todo esto, esto apunta a que el partidismo y la “muñeca” valen más que el saber y eso es preocupante.
Con todo y retomando el caso particular de la Jefa de Gabinete de la Prefectura se dice que tiene un ingreso mensual de Bs. 70.490 (equivalente a más o menos 9.970 dólares americanos), quizás sea tonto o incluso iluso pero… ¿cómo gana tanto?, ¿es dueña de Mac Donalds?, ¿actriz de Hollywood?
De que tiene padrinos poderosos, pues eso es seguro, al extremo de que el Canciller Choquehuanca amenaza a la prensa con que se van a “meter en problemas” cuando preguntan sobre el tema, e hizo alusión a que esto es un tema “personal”. Esto último resulta difícil de creer toda vez que un asunto personal no viola el código penal, el manual de descripción del cargo, resoluciones prefecturales y el plan operativo anual institucionalizado de la Prefectura.
Bueno, siguiendo por la misma vía, lo académico va de bajada y lo “charlado” va de subida. Aunque usted no lo creo mi estimado lector existen países donde la institucionalidad en temas de personal es una realidad y los funcionarios o servidores públicos no responden a una línea de partido, sino que reciben capacitación y se los va midiendo en función a su desempeño, son personeros de primera línea que conocen lo que hacen y no viven de “coimas” ni triquiñuelas en desmedro de sus poblaciones.
En estos países tenemos gente que trabaja en lugar de pensar en degollar perros, que construye carreteras en vez de bloquearlas, que fomentan lo intelectual en lugar de la presión social, que produce en vez de pretender ganar dinero a costa de movilizaciones.
Pero obvio que es difícil esperar estos criterios de una administración que - como otras - privilegia lo sindical y la muñeca por encima de lo académico, la confrontación por encima del diálogo, lo partidista por encima de lo institucional y que sigue la línea (trazada ya en gobiernos anteriores) de nombrar embajadores a personas sin formación en la Academia Diplomática Boliviana.
Presidente, analice bien quienes lo cooperan, si quiere vender el mensaje del cambio a la población empiece por mostrar que usted es diferente, que usted lee, es culto y se funda en lo académico e institucional en vez de lo partidario y sindical, que la clásica y tradicional VIVEZA CRIOLLA debe ser erradicada para dar paso a lo institucional.
Bien lo decía Wayne W. Dyer: “el progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho”, piense Presidente, piense si su gobierno es el Cambio o es más de la fatídica Viveza criolla.

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