De friegas y refriegas


Vivimos continuas friegas y refriegas entre los transportistas y la población civil, la gobernación, el municipio, sumadas todas a las incesantes lluvias que dejan hondo pesar en las familias bolivianas y matizadas siempre por el Gobierno que en su conjunto empieza a tener notorias contradicciones y “hace aguas” en frentes tan delicados como la lucha contra el narcotráfico y la capacidad para poder liderar a un país tan complejo como es Bolivia. A esta tremenda mezcla se le sazona únicamente con el carnaval, que como en tiempos inmemoriales, hace que el boliviano baile, beba y olvide sus problemas, aún a costa de perder su costa marítima o cualquier otro riesgo. Y es que así somos, como diría Don Calletano Llobet, conocido columnista nacional “así no más había sido”.
La historia del país gira en torno a un sinfín de luchas, de aspiraciones y, muchas veces, frustraciones mal llevadas. La idea base o global, pareciese repetirse en un pantano en el cual nos hemos estancado ya por varios días y en el que, a raíz de un explosivo fin de año 2010, con un gasolinazo que parece quemó todo y dio pié a una serie de inestabilidades domésticas y otras no tan domésticas, hemos llegado a derivar en enfrentamiento continuo entre hermanos. ¿Y el Gobierno principal artífice de que se encendiese la mecha de tamaño descontento? Bien gracias, prometiendo viviendas a los afectados por el llamado Megadeslizamiento en La Paz mientras la diarrea y los resfríos hace su agosto en pleno marzo.
En otro frente, el nivel de conocimiento que las autoridades nacionales tenían, o no, sobre el caso René Sanabria, no es lo más importante ahora, el fondo del asunto es que la política antidrogas del actual Gobierno no está funcionando, no en vano las noticias en las fronteras e incluso más allá, hacen referencia a droga boliviana. Si la lógica era que la DEA se vaya, para en su reemplazo, ganar dignidad, dudo mucho que la mayoría de los bolivianos notemos diariamente que nuestra dignidad se promueva con mayor producción de droga y un irracional cultivo de coca originaria.
A la par, los famosos, no fiscalizados y hasta (pareciesen) prebendalistas cheques venezolanos ya van cobrando sus facturas al Gobierno, y es que nada es gratis, y Hugo Chávez no es Papá Noel ni tampoco un sujeto transparente, odia la libertad de prensa tal cual se ensaña contra el capitalismo y lo mismo nos cobrará lo que nos dio que cantar por su programa radial.
Como dije, y haciendo alusión a que una “friega” es una molestia, en el país se van sembrando una serie de incomodidades que tarde o temprano le cobrarán la factura al Presidente Morales. Si hoy tuviésemos elecciones nacionales ¿ganaría el Movimiento al Socialismo? Quizás no, e incluso quizás la pregunta no va tanto por eso sino por ver si no es él, ¿quién?
Entre tanto, MAS friegas y refriegas nos esperan.

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