¿Evo Cumple?

Bolivia, durante años, ha demostrado inmadurez política, misma que ha derivado en bajos niveles de desarrollo, a su turno es fruto también de una conciencia poblacional carente de educación, acostumbrada a un sistema público deficiente y burocrático, tatuada con la viveza criolla y una serie de taras que han resultado difíciles de superar por aquellos, pocos, que en un intento casi imposible pretenden mejorar este país, esta población subsiste embadurnada en promesas electorales de días mejores y resonantes fracasos en diferentes escenarios, y es que la sociedad boliviana resulta muy compleja a la hora de ser analizada, con el aditamento de que las autoridades, tradicionalmente aquellas consideradas las llamadas a respetar la ley, a establecer los principios éticos de la sociedad, no cumplen, en su mayoría, rol adecuado y significativo al respecto. No otra cosa explica la falta de justificación a observaciones como las realizadas por Unidad Nacional en su informe denominado “La verdad del programa Evo cumple”, y no es para menos la alarma que el informe ha levantado tanto en esferas gubernamentales como en ciertos sectores poblacionales, ya que hasta ahora no existe una defensa técnica a las observaciones emitidas por este reporte, no sirve como argumento el adjetivar tal cual lo hizo el Vicepresidente o tomar el tema a broma e ironía como lo hizo el Presidente, lo que se requiere es un informe que sustente la inversión realizada, su avance, tiempos, ejecución presupuestaria, en suma un baño de transparencia que falta le hace. En tanto no exista un reporte técnico de nada sirven los estadios llamados como el Presidente y destinados a inexistentes miles de personas en pequeñas poblaciones, tampoco las sedes sociales que bien utilizadas serán una noche de baile y no soluciones reales para los lugareños, fabricas a medio funcionar o paradas solo en obra gruesa, y es que lo secreto del manejo de estos recursos suena, desde ya, a turbio, a corrompido, y esto es negativo para la imagen del Presidente Morales, así como la del difunto Hugo Chávez, pareciera que un programa de esta naturaleza nos replica la lógica de estirar la mano, de esperarlo todo del Estado, de que se nos regale todo sin trabajo, afecta también en la creciente falta de institucionalidad, de control por parte de las autoridades llamadas por ley a hacerlo, de fiscalizar, de controlar. El gobierno debe, de manera regular, ser transparente en la gestión que realiza, misma que se supone debe realizarse siempre acorde a la ley, la norma y los principios de la administración pública, sus actividades se suponen enmarcadas en ello. En tanto no se presente una justificación y explicación técnica de los recursos y caracteres del programa Evo Cumple, quedará siempre la interrogante respecto a la transparencia que debe tener un programa de estas características, la ausencia de dicha explicación significará que este programa solo es un instrumento electoral que busca ganar votos y hacer quedar bien al Presidente, carente de control, con altos niveles de manipulación y poca efectividad real.

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