Palabras presentación HUARI

No recuerdo con exactitud la primera vez que, aun siendo niño, escuché las leyendas de mi tierra, enmarcadas en fantasías y fábulas que incluso hoy me parecen asombrosas y maravillosas; pero sí identifico, con total certeza, que la magia de las palabras que nos trasladan a mundos remotos, que nos permiten vivir las aventuras de los más pintorescos personajes e inspiran a la humanidad para seguir por el sendero de la creatividad y el arte, son base fundamental para sentirme hoy, por primera vez, como un escritor. Porque sencillamente, el arte de las letras es el único que nos libera de todas nuestras cadenas y nos permite acompañar las infinitas revueltas del coronel Aureliano Buendía en sus Cien Años de Soledad, o nos muestra razones para odiar al dictador Trujillo en La Fiesta del Chivo, o nos refresca las añejas injusticias de los campesinos de Raza de Bronce, o – ya ingresando en terrenos más fantásticos-, nos permite acompañar a Frodo Bolsón en su pesada misión por la Tierra Media. Así podríamos mencionar a cientos de personajes, que a través de las páginas del mar de la literatura, nos hacen vivir una y mil aventuras. Así también, espero que Huari se convierta en ese viaje maravilloso por el arte de las palabras bellas, y confío que el lector sabrá identificar en cada uno de los personajes los distintos valores que hacen del ser humano una maravillosa criatura, pero también confieso que es mi intención exponer de un modo sincero los vicios y los conflictos que cargamos como humanidad; porque es necesario que la literatura sea tanto diversión como reflexión, porque lo que se escribe debe tener un mensaje y espero, francamente, que mi novela pueda darles ambos elementos. Ahora es momento de agradecer, y en justicia corresponde hacerlo, a la editorial Kipus, a la cabeza del señor Pedro Camacho, que lanzó la convocatoria para la segunda versión del concurso internacional Kipus de novela, certamen en el cual fui honrado como finalista. Su labor, permítame decirlo, alienta a los escritores del país y fomenta que éste hermoso arte se difunda. También es preciso que agradezca a quienes han estado a mi lado a lo largo de los cuatro años que me tomó escribir este trabajo, a quienes les he quitado tiempo para poder dedicarlo a transformar mis ideas en palabras, a quienes me apoyaron efectivamente en mi camino de creación: deseo agradecer primero a mi esposa, Marisabel, que no solo fue paciente conmigo, sino que también, en aquellos momentos de flaqueza, supo impulsarme para poder llegar a concluir esta obra, así también deseo agradecer a mis hijos, Isabel y Diego, todos presentes hoy aquí. Gracias familia, gracias por creer en mí. Finalmente agradecerles a ustedes por estar presentes, a mis padres por confiar siempre en mí, a mis hermanos, y demás familia por estar siempre conmigo, a los medios de comunicación y, por supuesto, a todos los amigos que están acá. Hoy, más que nunca, es necesario que pongamos de moda a la literatura. Gracias.

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