Nacionalismo Vs. Globalización

RONNIE PIÉROLA GÓMEZ

Debido a los cambios políticos ocurridos en Latinoamérica en los últimos años, resulta predecible indicar que tanto Bolivia como los otros países de la región deben tratar de encontrar una ruta que adopte a la nacionalización, a la globalización o un híbrido entre ambas.

Responder esta pregunta impedirá que Bolivia se encuentre en la encrucijada de Alicia en el país de las maravillas cuando pregunta al gato risón “por donde debe ir”, y éste le indica que eso depende de “a donde quiere llegar”, y ella refiere “no saberlo”, ante lo cual el gato le dice que “entonces no es importante el camino que tome”.

Bolivia debe elegir una ruta con la cual ser consecuente, por un lado el nacionalismo entendida como la corriente que busca el bienestar, la independencia de un pueblo y el resguardo de su identidad, por el otro la globalización que resulta un proceso dinámico que incluye a la interdependencia de las naciones y la unificación del mundo a través de mercados, sociedades y sistemas.

Por mucho tiempo se han visto ambos conceptos como contrarios, sin embargo presento en este artículo una visión un tanto más complementaria, logrando un ruta unificadora, que permita tomar lo mejor de ambos conceptos.

Partamos de un principio básico y común a todas las corrientes del pensamiento humano, y radica en algo que es también lógico de entender en todo tipo de sociedad: la satisfacción de las necesidades.

Todo ser humano tiene determinadas necesidades, las que constituyen un desequilibrio físico o mental que debe ser satisfecho a través de dos formas: los bienes y los servicios. Entonces tenemos que los bienes son todas las cosas que satisfacen necesidades y los servicios todo trabajo que haga lo propio.

Las sociedades no se enfrascan en luchas ideológicas si es que tienen sus necesidades satisfechas, por lo tanto la izquierda o la derecha no tendrían razón de existir, así pues en esta lógica lo que todo país debe buscar es un sistema que satisfaga sus necesidades de mejor manera.

Resulta nacionalista consumir solo lo nuestro, pero es globalizador poder adquirir un medicamento de Laboratorios Chile, sin embargo Bolivia no lo produce todo, por lo que para satisfacer nuestras necesidades debemos acudir a productos que vienen de fuera de nuestras fronteras. Entonces por lógica Bolivia no puede abstraerse del mundo entero.

El mundo, con el avance de las nuevas tecnologías, es realmente una aldea global, los de allá saben lo que pasa aquí y viceversa, si vamos a un supermercado podemos comprar productos de diversas procedencias y satisfacemos de este modo nuestras necesidades, ¿se imagina si fuéramos 100% nacionalistas?, por supuesto que no habría Toyota, Suzuky, IBM, Canon, Nokia, Motorola ni tantas otras marcas que son productos de empresas foráneas.

El chiste es que Bolivia debe mantener una vía equilibrada recibiendo de otros países los productos que le sean convenientes y a la par también debe poner reglas claras de juego que permitan un “nacionalismo razonable”, lógico y estable, que incluso el mismo Estados Unidos aplica

Los tratados de libre comercio no son un monstruo maligno como se los pinta, de igual forma nacionalizar determinadas áreas tampoco provocará la ira mundial y el desprecio internacional, es en este enfoque que Bolivia - como todo país - debe buscar un equilibrio que otorgue sobre todo: seguridad jurídica y estabilidad a las y los ciudadanos para satisfacer sus necesidades.

Ronniepierola@yahoo.es

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