Dime con quien andas y te diré quien eres

Se define al totalitarismo como aquella ideología y régimen político donde el Estado tiene el poder absoluto y por ende la libertad se encuentra seriamente restringida. Si bien este sistema forma parte de los conocidos como regímenes autocráticos se diferencia de estos por encontrarse dirigidos por un movimiento de masas (entiéndanse movimientos sociales), con un partido político que llega a incrustarse en la estructura del Estado de forma tal que se confunde con éste y con la promoción o exaltación de un líder cuya imagen es entronada en todo momento. En los peores casos existe una policía secreta y campos de concentración para reprimir a aquellos que difieran en pensamiento de la línea política oficial.
Este concepto manejado ya desde la década de los años treinta se ajusta en muchas cosas a lo que sucede actualmente en Venezuela, país que bajo el mando de Hugo Chávez ha ejecutado una serie de limitaciones a la libertad de expresión, siendo la última realizada a inicios de esta semana en ocasión del inicio de actividades educativas cuando afirmó de forma literal “Habrá que cerrar la escuela, se interviene, se nacionaliza y se asume la responsabilidad de esos niños” haciendo alusión a la educación privada que desde su enfoque “hace lo que le da la gana” y que su existencia estaría sujeta a los principios capitalistas y niega la educación al pueblo.
Cuando la oposición acusó al Presidente Chávez de pretender “ideologizar” o “adoctrinar” a los jóvenes a través de la incursión del comunismo y el marxismo, la única respuesta clara fue que se está formando al “ciudadano del comunismo del siglo XXI”. Esta óptica es la que llevó a Chávez a hacer que un niño en un reciento académico entone a viva voz “¡Patria, socialismo o muerte!”, parte (se supondría) de la educación bolivariana.
En el caso Boliviano preocupa de sobremanera la injerencia de Hugo Chávez en todos los asuntos nacionales, su presencia no solo se patentiza en los petrocheques que tan alegremente se regalan a los munícipes oficialistas o en las constantes visitas del Presidente Morales a Caracas, sino que va más allá cuando se trata del tema educativo que es pilar de la formación de las y los nuevos ciudadanos de la nación.
El Presidente de la Comisión de Política Social de la Cámara de Diputados, Eulalio Sánchez, miembro de la bancada del MAS, afirmó que la educación en Bolivia a través del proyecto de reforma a la educación “no será sectario” y que “buscará el equilibrio entre culturas y visiones”, obviamente que todos lo esperamos así y así también lo deberá de entender la cúpula de Gobierno.
Caso contrario y de pretenderse la imposición bolivariana (bajo cualquier rotulo: “originario” o “descolonizador”) dentro la educación nacional será el inicio de la madre de las batallas, pues es preciso tener por sentado que los padres de familia no permitiremos que nos toquen a los hijos y menos a seguir las ideas locas y descabelladas del Primer Mandatario Venezolano.
Bien dice el refrán: “Dime con quien andas y te diré quien eres” y es algo que debería de pensar también el Presidente de la Nación cuando elige a sus amigos.

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