Atrocidad en Gaza


En los últimos días hemos sido testigos de una nueva locura de la humanidad, un nuevo episodio de destrucción, caos y retroceso: la muerte de inocentes en la conocida como Franja de Gaza.
Hemos llegado nuevamente a un extremo de atrocidad y dolor que bien refleja lo que Henry Miller decía: “cada guerra es una destrucción del espíritu humano”. La humanidad parece no comprender y seguimos repitiendo los errores que la historia pensó nos había enseñado.
La Franja de Gaza es una estrecha franja de tierra situada en el Oriente Próximo y es considerada (junto con Cisjordania) parte de los territorios palestinos. Actualmente es una zona considerada superpoblada con 1,52 millones de habitantes de los cuales el 80% de las familias vive gracias a la ayuda humanitaria, su índice de desempleo fluctúa casi hasta 50%, el sector privado genera el 53% de los empleos y tiene creencias religiosas mayoritariamente musulmanes (existiendo menos de 1% de cristianos).
Esta zona está gobernada por Hamás, que es una organización nacionalista islamista, este grupo en particular administra la Franja desde el año 2006 y es considerado un grupo terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Israel, Japón, Canadá y Australia. Asimismo la organización Human Rights Wath la acusó de cometer crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
En esta zona existen continuos enfrentamientos entre Israel y el grupo Hamás, éstos incluyen el lanzamiento de cohetes y una serie de atentados entre ambos pueblos. El año 2005 Israel desmanteló sus asentamientos y se tenia la esperanza de una frontera marcada por la paz, pero lamentablemente los grupos radicales palestinos apostaron por seguir los ataques. A su vez la población de la Franja de Gaza consideraba que se encontraban en una “prisión gigante” ya que el ejercito Israelí aplicaba un embargo económico que afectaba desde el libre tránsito hasta el desarrollo productivo de la Franja.
En junio de 2008 se determinó una tregua de seis meses, al cabo de la cual se han desatado los recientes ataques que - como toda guerra - enluta familias y deja madres llorando a costa de ideologías humanas que no valen la pena, y afirmo que no valen la pena al ver a los niños fruto de esta guerra, rostros bañados en sangre y cuerpos destrozados por los bombardeos, al presente ya existen más de 200 niños muertos.
La atrocidad de vivir en esta parte del mundo (ya sea en la zona Israelí cercana a la Franja o en la misma Gaza) se manifiesta cuando tenemos casos como el de Sarraj, un niño de cinco años que tuvo que tantear en la oscuridad de la noche (su casa había sido destruida por un ataque) y encontró “algo húmedo”, era parte del cuerpo de su hermana que había estallado en pedazos. Quizás imaginar el grado de desesperación que puede tener un niño al solo escuchar los ataques cuando instituciones como Save The Children reportan casos como el de un niño de dos años y medio que simplemente murió debido a un shock provocado por los sonidos de los disparos. Otro caso es el de Malak (7 años) que sigue a su madre incluso al baño por temor a que suene la alarma y tengan que refugiarse inmediatamente. En esta zona todos los niños saben que en caso de alarma deben buscar refugio en un plazo máximo de 15 segundos o podrían morir, no existe lugar seguro, ni sus colegios, ni sus hogares.
¿Se imagina vivir así? usted que el fin de semana va de compras regularmente o que sale de su casa a trabajar con la seguridad de que volverá y ésta seguirá ahí, o con la seguridad de que sus hijos se educarán en un ambiente pacífico y que no deben correr asustados ante posibles ataques con cohetes y – más importante aún - con la tranquilidad de que volverá a su casa y su familia estará ahí, sana y salva.
¡Por ello es que la guerra no se justifica, la guerra se la rechaza! ni el gobierno israelí ni el grupo Hamás tienen la razón, la muerte que trae la guerra es injustificada ya sea por ideas de izquierda, derecha , religiosas, territoriales, económicas o de otra índole.

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