El fútbol, la muerte, la educación y nosotros

El reciente incidente que cobro la vida de un joven hincha de San José en Oruro (partido contra el Corinthians de Brasil) muestra un problema que se veía venir, fue en el Jesús Bermúdez, pero bien pudo ser en el Félix Capriles o en otro escenario deportivo, en todo el país los petardos - si bien no son tan fuertes como el usado en Oruro y expuesto por las autoridades - son cosa cotidiana en los encuentros deportivos, no solo para alentar al equipo cuando ingresa o se anota un gol, sino también para atormentar al arquero que este cerca a la curva cuya barra sea contraria a su equipo o cuando existe un lateral o un tiro de esquina. Los petardos u otros objetos contundentes son cosa de cada encuentro. ¿Pero cuál la raíz de este tipo de situaciones? Esta ocasión apuntamos a los hinchas brasileros cuya responsabilidad es por supuesto insalvable, pero no olvidemos que los hinchas nacionales también hacen lo mismo, sabemos que los controles son deficientes, pero la real solución, raíz de todo, está en el nivel de conciencia, llámese educación que debiera tener la población, no solo como hinchas, sino como ciudadanas y ciudadanos bolivianos. Lamentablemente, la carencia de educación en el país se ve en todo, esta semana fue notorio en un evento deportivo, pero lo es siempre en diversos aspectos, para muestra basta referir el fracaso de los contenedores de basura, ¿fueron realmente mala idea? Por supuesto que no, eran - en su momento - orgullo de la ciudadanía que se libraba de correr tras el coche basurero como ahora hemos vuelto a hacerlo, sufriendo la incomodidad del caso, ¿pero quién es el culpable? para empezar el ciudadano común que muchas veces prefería dejar su basura a un lado del contenedor en vez de hacerlo dentro, aquellos que - movidos por la necesidad, pero no justificados por ella - sacaban la basura y dejaban a los contenedores prácticamente inundados en sus propios desechos, las autoridades por la falta de mantenimiento e inversión en la renovación de contenedores y camiones de recojo. Otro claro ejemplo es la ausente cultura higiénica en que estamos acostumbrados a vivir, la falta de educación en este tema, partiendo por el aseo diario, en el micro, en la fila y en los lugares públicos, hace que este sea un tema que refleja un problema que también es de raíz. En un aspecto que destaca en lo que a educación refiere se encuentra el tráfico, bocinas, falta de cortesía y descuido, la falta de uso del cinturón, es solo una base de las tragedias que llegan a suceder por errores nuestros. Para rematar la administración, en diversos escenarios no es buena, fila para todo y para nada, mal trato y falta de nociones básicas de relaciones humanas, son norma en diferentes instituciones. Por ello y mas, desde el fútbol hasta el diario vivir, quien falla en el país es el ciudadano, para mejorar debemos cambiar primero nosotros mismos.

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