¿Son realmente necesarios los políticos?

Si en algo coincidimos los habitantes del mundo entero, es en afirmar que los “políticos” son un tipo de persona indeseable, un sujeto marcado normalmente por sus propias ambiciones, las que, a su vez, deberán ser satisfechas con el dinero de todos, fondos reciclados del bolsillo ciudadano a través de un Estado que en su necesidad histórica de un administrador, acude a este tipo de personajes para organizarse. Pero, ¿son realmente necesarios los políticos? Esta misma pregunta fue analizada por Ed Turner (jefe de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Aston, a petición de la BBC), quien en un análisis minucioso nos muestra que los políticos quizás sí son algo de lo cual prescindir, y en dicha lógica refiere algunas muestras: Irlanda del Norte, por ejemplo, inicia el año sin Gobierno, ya que hace más de 12 meses su viceministro principal dimitió tras una polémica desatada por un programa energético, a raíz de ello sus fuerzas políticas han chocado con la falta de acuerdos, derivando en una conducción presupuestaria realizada desde Londres y manejada por funcionarios estatales en vez de dirigentes políticos. Alemania ha sido otro caso hasta no hace poco (por no decir que este fin de semana precisamente se cierran acuerdos importantes en materia política de esta nación), el problema nació en las elecciones federales de septiembre pasado, cuando la candidatura de Angela Merkel no obtuvo lo que quería y ello derivó en varios meses en los que aún no se pudo formar gobierno. Entre los años 2010 y 2011, Bélgica estuvo sin un Gobierno cierto, con bloqueos políticos de hasta 589 días. El 2016, España, pasó diez meses en similar situación. El mismo año, nuestros vecinos, Brasil y Perú tropezaron por distintos motivos en casos afines. Somalia, entre las décadas de 1990 y 2000, estuvo sin Gobierno oficial por 15 años. Irak pasó lo mismo muchos meses del 2010. El sano criterio dice que la buena gestión pública puede bien ser realizada por técnicos, más que políticos, cosa que sucedió en la Italia de Mario Monti (2011 al 2013), cuando tuvo que asumir esta responsabilidad tras el colapso del Gobierno de Silvio Berlusconi. Quién sabe si es que alguna vez podremos librarnos de los políticos, sean estos de izquierda o derecha, y quizá enfoquemos nuestra atención y recursos en temas realmente importantes. (La imagen fue tomada de archivos públicos de Internet)

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