Cuestión de prioridades

Si de algo no sabemos en la gestión pública nacional es de prioridades, pasa en este gobierno y ha sucedido en otros, independientemente de su ideología política. Y es que cuando uno se pone a ver dónde paran nuestros recursos nos topamos con la maraña de necesidades (si es que no intereses) que los distintos sectores sociales y económicos pueden argumentar, todos con el rótulo de urgente, todos con el anhelo de la solución inmediata. Así es que recorremos los senderos de la burocracia, caminos que luego se encuentran empedrados de la degradante estrategia del poder y que luego terminan adoquinados del vil egoísmo que marca el propio interés; por eso es que terminamos inundados de las decenas de canchitas de fútbol, o embutidos hasta el tuétano del famoso Dakar, o costurados los unos a los otros con la bandera monumental de la reivindicación marítima, o ensombrecidos por la titánica casa del pueblo que se supone necesaria para un mejor gobernar, o desolados ante un museo que nadie va a visitar, o encabritados por no poder volar en el renovado avión presidencial, y así, la lista podría aumentar con un sin fin de cosas que ya en antaño también existieron. Porque en cuestión de prioridades no somos buenos. Porque en la experiencia de la realidad, no es importante el fútbol o los edificios colosales, ni siquiera el mar. Lo relevante en el mundo que nos rodea – y seguramente muchos de quienes lean este artículo lo ratificarán con la propia experiencia – se reduce a enfocar una base sólida en tres rubros: salud, seguridad y servicios básicos. Porque en los hechos, más que canchitas, necesitamos buenos hospitales, ítems para médicos, equipos y una infinita lista de insumos médicos que hoy por hoy no tenemos. Más que el Dakar precisamos una policía confiable, que luche contra la delincuencia y que garantice la seguridad de todos los estantes y habitantes del país, que cuente con recursos humanos y tecnológicos que permitan una convivencia pacífica y ordenada. Y, por supuesto, es preciso contar con buenos servicios básicos, que nos permitan tener agua realmente potable, alcantarillados que no revienten a la primera lluvia y con acceso a energía sana y ecológica. Pero no, eso no sucede, porque tenemos otras prioridades, porque nos dejamos hipnotizar con cualquier vaina en vez de mirar lo esencial. (Imagen tomada de Internet: https://www.centraldesermones.com/mensajes-cristianos/20377-mensajes-cristianos-cual-es-tu-prioridad)

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