Jugando a Nostradamus

El 2019 llegó, a lo largo de su desarrollo traerá, seguramente, muchas novedades. En este artículo, como haría Nostradamus, trataremos de predecirlas. Globalmente el populismo seguirá tratando de imponerse en diferentes frentes, así en Europa tendremos los afanes del Brexit, en EEUU las pataletas de Trump y en Suramérica la sinvergüenza de Maduro. Sin embargo también seguirá reforzándose una respuesta dura y radical revelada ya en el avance de la ultra derecha de VOX en España o en la asunción de Bolsonaro en Brasil. Las potencias seguirán chocando, con China como país ascendente enfrentado a la hasta ahora hegemónica Estados Unidos. La Unión Europea tratará de desenredar los efectos del Brexit, lo que podría incluir el fracaso de la Primera Ministra May y la opción de un nuevo referéndum que devuelva la cordura al Reino Unido. En nuestra región viviremos la dicotomía entre México y Brasil, sus líderes, con visiones distintas, ejercerán su influencia en un continente de muy fácil contagio político y que en la actualidad muestra un giro a la derecha. En Bolivia tendremos como eje político a las elecciones en las que el presidente Morales, por enésima vez, pretenderá llegar al poder aún a costa de pisotear su propia constitución. Viviremos unas campañas enfocadas en lo político y no en lo económico y presenciaremos unas elecciones primarias que equivalen a un mendigo quemando billetes. En lo económico, que es lo que realmente debería interesarnos, finalizará el contrato de venta de gas al Brasil, que en lo inmediato no podrá ser compensado por los proyectos de producción de hierro o litio. Seguirá subiendo la ya elevada deuda externa (10 mil millones de dólares) y continuaremos viviendo la mentira cambiaria (que según estimaciones del FMI, ronda un 26% de indebida apreciación). En lo social el ingreso de la Gestora Pública de Seguridad Social de largo Plazo como nueva administradora de los fondos de pensiones traerá más de un dolor de cabeza, a lo que podemos sumar los cientos de movimientos que paralizarán las calles. En lo internacional veremos luz en el reclamo por las aguas del Silala, cosa que sin embargo no nos solucionará la vida aún con un resultado favorable, y el gobierno seguirá su clásica línea de retórica en apoyo a los restos en descomposición de los países del Socialismo del Siglo XXI. Nadie puede ver el futuro, pero resulta un tanto lógico deducirlo.

Comentarios

  1. Realmente puede existir quien escriba un "artículo" como este, además de sus supuestos "Reconocimientos" (lamentable, al igual que lo que acabas de escribir, y por cierto autopublicar reconocimiento del rotary/rotaract club, caramba deja mucho que desear)

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