Asfixiados


La economía tiene un ciclo básico: producción, distribución,consumo y cambio; con la pandemia éste flujo se ha detenido y en varios casos está muriendo o ya murió.

Tan duro resultó el golpe que afecta a la señora que tenía su puesto de venta en La Cancha así como al empresario industrial, nadie se ha salvado de esta catástrofe. 

La conclusión y nuestra actual realidad, es que estamos asfixiados, no sólo por el maldito virus que nos tiene confinados en nuestras casas, sino también porque la economía se derrumba. Cada día, junto a las vidas que se nos van en las puertas de los hospitales, mueren emprendimientos de todo tamaño, cada minuto gente sufre por las consecuencias de la pobreza de un país que nunca se preocupó de la salud de su gente ni le otorgó la educación necesaria.

Poco, casi nada, ha significado que el gobierno central hubiese dispuesto un bono de juguete o que hubiese dictado la reducción del pago de algún servicio básico, porque este problema no se soluciona con un paliativo tan diminuto. Los bolivianos vivimos el día a día asfixiados por las obligaciones que se acumulan en las manos de nuestros acreedores y no podemos generar ingreso alguno, porque sencillamente el mercado agoniza y nadie (o casi nadie) vende un mínimo sostenible. 

Si no podemos vender no podemos generar, si salimos a vender nos contagiamos, ¿qué hacer? 

Quizás la solución no pasa por bonos, ni por reducir el cobro de algún servicio básico, porque lo que necesitamos es ver cada caso de modo individual,y para ello bien deberá el gobierno emitir una ley de reprogramación de obligaciones. Esta, que sería una norma sujeta a cada situación particular, seguro no sería necesaria para quienes aún funcionan económicamente (supermercados, farmacias, entre otros), pero sería vital para muchos otros sectores económicos que no pueden aún generar recursos. 

Se debe tener muy en cuenta que si no se flexibilizan plazos de pago, nos toparemos ante un descalabro mayúsculo, un escenario en el cual ni los bancos tendrán a quien prestar y donde la clase alta pasará a ser media, la media a baja y la baja no sé dónde terminará. 

El Banco Mundial ya anunció que la economía planetaria se desplomará al menos un 5% y que 60 millones de personas caerán en situación de pobreza extrema (más de seis veces la población de toda Bolivia). A su vez todos ya sabemos que de pronto es éste el momento más crítico que enfrentaremos en toda nuestra vida, y para superarlo se precisan políticas profundas y normas valientes. 


(Imagen tomada de: https://images.app.goo.gl/YeqA57rUJoxWqX4H9)

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