Catástrofe


La catástrofe ya está aquí, nos respira en la nuca y su aliento huele a muerte. Es tan compleja la situación que el desastre es mundial y los efectos se verán en todos los ámbitos del tejido social.  
Uno de estos efectos cae sobre la economía y nos tiene a todos al borde del colapso. 
Las políticas gubernamentales no han resultado suficientes, porque los créditos de reactivación no son de fácil acceso; porque los impuestos, si bien postergados, siguen presionando; pero sobretodo porque el mercado ha colapsado, nadie compra nada más que lo esencial, nadie vende, e incluso hay gente que ha perdido su empleo.
Otra calamidad cae sobre la alicaída política boliviana, porque primero piensan en el interés particular antes que en la salud de la población. Sumado a ello está el afán de hablar de una elección que amenaza la salud de todo el país, pero,claro esto parece no importarle al TSE, a Carlos Mesa ni al MAS. Para colmo de males hay turno para bloquear lugares como K`ara-K`ara, que ahora se ha convertido en una zona de chantaje en la cual se centran los mal llamados autoconvocados, quienes en los hechos cumplen las órdenes de Evo Morales en su eterna intención por desestabilizar.. 
La catástrofe mayor recae sobre el factor salud, porque pareciera que el tiempo de la primera cuarentena no fue suficiente para aminorar el impacto del desastre, lo instalado no alcanza porque los muertos se acumulan en las casas y son ahora enterrados en fosas comunes, porque los respiradores no abastecen, porque a este paso pareciera que tarde o temprano todos vamos a morir.
¿Qué hacer entonces? Por lo pronto, en lo económico, es urgente que se emita una nueva norma que postergue aún más los créditos bancarios de las empresas, que se ordenen reprogramaciones en función a la capacidad de pago de los clientes (personas naturales y jurídicas) y que se haga todo dotando de tiempo para que se recupere un mercado que hoy por hoy está en terapia intensiva.
En lo político debe suspenderse la elección de septiembre, que en lo material será un contagio masivo del virus letal que hoy nos afecta, así como es necesario que la autoridad imponga, por la fuerza, orden ante los delincuentes que atentan contra la salud pública.
En lo sanitario debe invertirse todo presupuesto en el área de salud, esa es la prioridad, nada más, no hay ni debe haber premisa mayor que cuidar la vida. 
Sé que es fácil decirlo, sin embargo en tiempos difíciles se deben tomar decisiones difíciles, y tal cual afirmaba Aristóteles: "No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico".

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