Joaquín Sauce, el desorden y el Mundial

La mañana en que Joaquín Sauce se dio cuenta que nada tenía sentido, empezó como cualquier otra; el obeso, que alguna vez soñó con un mundo mejor,  amaneció respirando el espeso aire que se dilataba cada vez más con los olores que él mismo no supo controlar durante la noche; a su vibrante ronquido, que se replicaba en un eco infinito y tronador, se sumaba el desorden masivo en que vivía. Pasaba que bajo el tumulto de ropa que devoraba la única silla de su habitación, justo ahí donde ahora mismo se posaban la minúsculas partículas de luz que traía el sol, estaba oculto el frasco con sus remedios cotidianos, aquellos que estaban perdidos hace semanas y que hoy tampoco serían su motivo de preocupación, pero sí la causa de su muerte.

Joaquín Sauce abrió los pesados párpados con una alegría inusitada: aquella misma semana empezaba el torneo mundial de fútbol.  Era un típico día de mediados de noviembre,  por aquel entonces llovía poco y las noches y los días eran calientes y secos. 

Mientras prendía el televisor para buscar infructuosamente algún partido, clavó la mirada en las redes sociales que le unían con la fragilidad de un mundo más parecido a la Caverna de Platón que a la realidad, así fue que se enteró que alguien cometió un error con quién sabe qué tema, y la sociedad la estaba crucificando viva, y así también vio que el gobierno quería ganar al paro por cansancio y no por convicción y supo que el mandamás de antaño estaba obstruyendo todo para volver al poder.

Joaquín Sauce nunca tendería su cama ni tampoco ordenaría la mesa de noche donde restos de comida se maceraban a los veintitantos grados que ya devoraban la capital, no por faltarte tiempo, pero sí porque su corazón no resistió la falta de medicación, el paro reiterado, la cruel sociedad, el maquiavélico ex presidente y el gobierno inepto.  

Joaquín Sauce moriría tras ver que su equipo favorito sucumbía ante un equipo sorpresivo, y encontrarían recién su cadáver el día de la final del Mundial, más por el olor que emanaba que fue percibido por una veintena de perros hambrientos, que por el afecto de algún conocido.



#relato #literatura #literaturaboliviana #ronniepierola #escribir #writer #literature #cuento #literaturalatinoamericana #ronniepierola #tale #microtale #bolivianliterature #desorden #mundialdefutbol #obesidad #descuido #cavernadeplaton 


Imagen tomada de: https://organizandoasesoria.es/

Comentarios